¿Qué tan diferente es narrar desde el centro de un país o desde alguna de sus periferias?
Desde las periferias urbanas y los distintos territorios de Colombia, desde los rincones sin presencia del Estado, desde la ancestralidad, la identidad, la memoria, las cicatrices abiertas de la guerra, y sobre todo desde el trabajo colectivo, vive filmando el cine comunitario, ese cine silenciado que completa, o debería completar, nuestro relato como país.